Es voluntad de Dios que nos perdonemos mutuamente.
Que nuestro amor sea un drenaje para retirar todo el mal que ya nos hicieron
y que también nosotros ya hicimos a los demas,
para que seamos recuperados.
Mientras tanto, nosotros tenemos muchas dificultades en perdonar y conceder perdón.
Por eso, necesitamos querer y pedir esa gracia a Dios.
Es momento de que vos, querido hijo, esposa, marido, empleado.... perdone a su padre,
su madre, cónyuge, patrón, amigo, entre otros.
Perdonas por las palabras pesadas que él le dijo
o por las actitudes que lo hirieron.
Tal vez quien te hirió esté fallecido y vos ni has tenido oportunidad de conceder y pedir perdón.
Pero Dios une el cielo a la tierra y es hora del perdón.
Por más doloroso que sea perdona a quien quiera que sea.
Eso es necesario para que salgas de todo lo que te está haciendo mal.
Deja a Dios realizar eso en vos.
Da esa oportunidad a las personas para que Dios pueda tomarlas y sacarlas de toda infección
y salvarlas. El perdón es manifestación de Dios que pasa por nosotros y transforma todo.
Tu hermano,
Mons. Jonas Abib
Fundador Comunidad Canción Nueva
Fuente: www.cancaonova.com
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