"Es necesario ser aquello que somos
y no aquello que el mundo quiere que seamos
para que la voluntad de Dios se realice en nuestra vida.
No podemos querer realizar el propio plan personal en lo profesional,
en la vida, en el casamiento.
¡Cuánta gente erró porque actuó por la emoción,
por la pasión, y acabó siendo la persona errada
para aquella persona con quien se casó.
No fue creada con capacidad de aguantar a aquella persona,
pero insistió con sus propósitos.
Aún así, Dios tiene un "proyecto" para su vida,
todo tiene sentido si vuelves atrás.
Cuanta gente vive y es infeliz porque no realizó los propósito de Dios en su vida"
Adaptación del original del português
de un texto de Mons. Jonas Abib
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