jueves, 9 de enero de 2014
La oración mueve el cielo
Todavía no rezamos lo suficiente por eso no comprendemos la real dimensión de la oración que precisamos alcanzar.
No dimos todavía a esta tierra la calidad de oración que la humanidad precisa para que los cielos se abran y la gracia de Dios venga; para que el triunfo de Jesús se realice y la evangelización alcance a las personas de modo que tengan los corazones transformados.
No llegamos a aquella dimensión de oración sobrenatural en que no somos solamente nosotros quienes oramos: demos nuestra voz, nuestro corazón, nuestra mente, entreguemos alma y espíritu en la oración, y ésta será acrecentada por el poder del Espíritu Santo, de la presencia de los ángeles que oran junto a nosotros, unidos a la intercesión de la Santísima Virgen María: una oración con poder!
Así ella, (la oración), sube a los cielos con el poder del propio Dios, para que la gracia y la bendición y el Espíritu Santo vengan y la faz de la tierra se renueve, para que la Iglesia retome su posición de Iglesia y Jesús triunfe.
El Señor quiere que alcancemos esa cualidad de oración!
Dios te Bendiga.
Mons. Jonas Abib
fuente: www.cancaonova.com
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