En medio de las actividades y las corridas del día a día,
las exigencias y obligaciones de la vida de cada uno,
no perdamos la esencia y la dirección del camino.
La sobriedad de actitudes
y la serenidad del corazón
nos ayudará a no perder de vista la meta
y a retornar el camino cuando las sendas parecen oscuras.
P. Roger Araujo
fuente: Facebook
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