Nadie puede matar la unción de Dios en nosotros
Monseñor Jonas destaca que nadie debe matar la unción de Dios en sí mismo ni en los demás
En la mañana de este viernes 24, el fundador de la Comunidad Canción Nueva, Monseñor Jonas Abib, presidió la Santa Misa en el Encuentro Nacional de Formación de la Renovación Carismática Católica (RCC).
El encuentro, que se inició el día miércoles 22, y continuará hasta el domingo, se lleva a cabo en Aparecida (SP) y reúne a ocho mil coordinadores y representantes de los ministerios de la RCC de todo el Brasil.
Al iniciar la Celebración, Monseñor Jonas felicitó por la gran cantidad de participantes y destacó la importancia de encuentros de formación como esos.
El encuentro, que se inició el día miércoles 22, y continuará hasta el domingo, se lleva a cabo en Aparecida (SP) y reúne a ocho mil coordinadores y representantes de los ministerios de la RCC de todo el Brasil.
Al iniciar la Celebración, Monseñor Jonas felicitó por la gran cantidad de participantes y destacó la importancia de encuentros de formación como esos.
“Necesitamos ser formados para llevar esa formación a nuestro pueblo que tanto necesita. Por esta razón, vine con mucho entusiasmo para estar entre ustedes”
Monseñor Jonas Abib afirmó que Dios unió a la RCC y a la Canción Nueva, porque él tuvo la gracia de hacer la experiencia del Bautismo en el Espíritu Santo en los inicios del movimiento, en Brasil, en 1971, incluso antes de fundar su Comunidad.
“Fue una caminata inmensa hasta ahora, y, por la gracia de Dios, yo seré carismático hasta el cielo. No es hasta la muerte, porque la muerte es un paso. En el cielo, yo seré carismático. Voy a dar trabajo allá también”, dijo.
En su homilía el sacerdote recordó que la primera lectura de la liturgia de hoy (cf. 1Sm 24,3-21) muestra como David tuvo la posibilidad de matar a Saúl, que lo perseguía, pero escogió no hacer nada contra “el ungido del Señor”. Solo tomó un pedazo de su manto para probar que había llegado cerca del rey.
“Ninguno de nosotros puede matar la unción”, alertó Monseñor Jonas, “ni en ti mismo ni en el prójimo”.
“En primer lugar, no puedes dejar la unción morir en ti, porque viene de Dios. Por medio de ella realizamos cosas que sólo el poder Dios puede realizar. ¡Es una gracia incalculable!”
El sacerdote explicó que esa unción fue recibida por el bautismo en el Espíritu Santo y que es necesario celar por ella “No puedes matar la unción en ti por tu relajamiento, tu desdén, por no tomar en serio las cosas de Dios, especialmente la vida de oración”,
Otro aspecto destacado en la homilía fue el “no matar” la unción en el otro. Monseñor Jonas dijo que, muchas veces, por celos o por simplemente no gustar la forma de ser de alguien, las personas acaban impidiéndole hacer esto o aquello.
Y alerta: “Eso es un acto de impiedad, con toda la fuerza que esa palabra tiene. Matar la unción en alguien es un pecado directamente contra Dios, el Autor y Conservador de la unción”.
El sacerdote destacó también que es necesario celar por la unción de los demás. “Para que la gracia de Dios surja en la Iglesia, en una comunidad, es necesario el carisma de cada uno, por lo tanto, la unción de cada uno. Dios nos dio la unción, porque es necesaria”.
Sobre el Evangelio del viernes (cf. Mc 3, 13-19) el sacerdote explica que este es el pasaje en el cual Jesús elige a sus discípulos. “Jesús se retira para el monte y pasa la noche en oración. Entonces, designa a los 12 para que estén con Él y para enviarlos a predicar”
Monseñor Jonas resalta que la palabra “designo” tiene un sentido muy fuerte. “Jesús fue a buscar el designio del Padre, en oración. Fue a escuchar a quienes elegiría el Padre para ser sus apóstoles. Fue justamente en oración, inspirado por el Espíritu Santo, que eligió a cada uno”
Como dice la lectura, primeramente, Jesús los eligió para que estén con Él. “Por voluntad del Padre, Él quiso tener una comunidad. Ellos vivían juntos, desde que comían hasta que iban a dormir. Y fue así, viviendo lado a lado, que los discípulos fueron formados”. Esa elección tenía un objetivo: “enviarlos a predicar”.
Este es el evangelio del llamado. “Mi hermano, mi hermana, has sido llamado por el Señor. Hubo un designio en tu llamado y no puedes dejar que “caiga al suelo”. El Señor te llamó por tu nombre. Yo sé, con toda seguridad, que tu predicas eso para otros, pero necesitas vivir lo que predicas y tomarlo muy en serio”, destacó.
Monseñor recordó que la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, escrita por el Papa Francisco, es un documento especial para todos los de la RCC “El documento de Francisco nos da un empujón, nos pone al frente, para evangelizar con parusía. Esa palabra griega expresa muchas cosas: osadía, entusiasmo, audacia, sin cansancio… Y es así que el Señor quiere que llevemos el Evangelio a las personas”.
Para evangelizar con parusía es necesario el bautismo en el Espíritu Santo, resaltó el Padre Jonas. Exhortó también: “Nosotros que lo recibimos (el bautismo en el Espíritu Santo), que recibimos la unción, conservémosla y seamos realmente apóstoles. Seamos evangelizadores.
Monseñor Jonas Abib
Fundador de la comunidad Canción Nueva
Traducción: @ExequielAlvarez
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