La fuerza de la juventud
Ser joven en los días de hoy es un gran desafío, principalmente cuando tenemos que lidiar con tantas decisiones difíciles y también con nuestra propia madurez, pero sin perdernos de los sueños y de la personalidad.
Lo que más ha sido arrancado del joven es su capacidad de soñar, tener su propia opinión y estilo. Si hoy la actriz de la telenovela usó un peinado diferente, mañana muchas serán las jóvenes que le imiten, si el cantor usa un peinado para un lado tapando los ojos, muchos serán los que lo imiten. Sus personalidades no están formadas, son dictadas por la moda y por los medios.
La gran pregunta es: Jóven, “¿dónde están tus sueños, tu estilo o manera de pensar y actuar?”. Cómo no preguntar: “¿será que eres feliz siguiendo un camino predeterminado?”.
Ser jóven es descubrirse, es buscar una dirección para seguir, madurar con libertad y seguir los sueños con coraje y libertad. Si en tu corazón hay sueños sofocados u olvidados, es hora de reencender la llama, de luchar por ellos. Tu voluntad de ser feliz necesita ser más grande que tu miedo de no ser aceptado por ser diferente. Necesitas liberarte para ser feliz. El medio más eficaz es lanzarte en los brazos de Dios, pues es el único capaz de liberarte y conducirte rumbo a tus sueños y a la paz que tanto esperas encontrar.
Imagina una persona que sueña con saltar de un paracaídas. Ella piensa, planea, mira el cielo pero descubre que aquello no va a agradar a “sus amigos” o está “fuera de moda”. Entonces, para agradar y no ser criticada, esconde su sueño y no quita los pies de la tierra, así como un águila que sueña con alzar vuelo pero prefiere picotear el suelo como una gallina.
Cuando se pierde un sueño, nace un alma infeliz que disimula una sonrisa para esconder su frustración de no ser libre y así ser aceptada por aquellos que la rodean pero que no la aman de verdad. El verdadero amigo salta contigo en vez de sujetarte al suelo. ¡Libérate y se feliz!
“¡Existe una fuerza más poderosa que la energía atómica: la voluntad!” (Albert Einstein)
fuente: Portal Canción Nueva
Lo que más ha sido arrancado del joven es su capacidad de soñar, tener su propia opinión y estilo. Si hoy la actriz de la telenovela usó un peinado diferente, mañana muchas serán las jóvenes que le imiten, si el cantor usa un peinado para un lado tapando los ojos, muchos serán los que lo imiten. Sus personalidades no están formadas, son dictadas por la moda y por los medios.
La gran pregunta es: Jóven, “¿dónde están tus sueños, tu estilo o manera de pensar y actuar?”. Cómo no preguntar: “¿será que eres feliz siguiendo un camino predeterminado?”.
Ser jóven es descubrirse, es buscar una dirección para seguir, madurar con libertad y seguir los sueños con coraje y libertad. Si en tu corazón hay sueños sofocados u olvidados, es hora de reencender la llama, de luchar por ellos. Tu voluntad de ser feliz necesita ser más grande que tu miedo de no ser aceptado por ser diferente. Necesitas liberarte para ser feliz. El medio más eficaz es lanzarte en los brazos de Dios, pues es el único capaz de liberarte y conducirte rumbo a tus sueños y a la paz que tanto esperas encontrar.
Imagina una persona que sueña con saltar de un paracaídas. Ella piensa, planea, mira el cielo pero descubre que aquello no va a agradar a “sus amigos” o está “fuera de moda”. Entonces, para agradar y no ser criticada, esconde su sueño y no quita los pies de la tierra, así como un águila que sueña con alzar vuelo pero prefiere picotear el suelo como una gallina.
Cuando se pierde un sueño, nace un alma infeliz que disimula una sonrisa para esconder su frustración de no ser libre y así ser aceptada por aquellos que la rodean pero que no la aman de verdad. El verdadero amigo salta contigo en vez de sujetarte al suelo. ¡Libérate y se feliz!
“¡Existe una fuerza más poderosa que la energía atómica: la voluntad!” (Albert Einstein)
Alan Ribeiro
Ministério Bethânia
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