Buen día, Espíritu Santo!
Al contemplar el día que surge,
sé que todo es movimiento.
Así como la luz desplaza a la noche,
como la luna cede ante al Sol.
Así mi vida ante Tí renuncie a sus parálisis.
Mueve lo que permanece tullido dentro mí.
Mueve mi corazón al amor;
muéveme a la compasión.
Muéve mis ojos a la misericordia,
mis oídos a la escucha amorosa,
mis manos al abrazo necesitado,
mis pies al que anda extraviado.
Mueve mis pensamiento a los Tuyos,
mis palabras a Tus Palabras.
Mi querer a Tu Voluntad,
mi sentir a Tu Sentir..
y Susurra...!
Susurra dentro de mi con Aliento Divino.
¿qué podemos hacer juntos hoy?
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