Con Jesús por la mañana. Jesús nos propone la entrega de la propia vida como estilo de vida y modo de proceder. Pero debemos reflexionar cada día si nuestras decisiones están en consonancia con su invitación. ¿A qué entregas tu vida cada día? ¿Se vuelve tu vida más fecunda en esa entrega? Jesús te invita a ti a trabajar con él sin retaceos en la construcción de un mundo más solidario y más fraterno. En el lugar y en el estado de vida que hayas elegido Jesús te invita a ser fecundo y a embellecer la vida de los demás. ¡En tu vida diaria está tu misión! Ofrece tu día y tu oración por las intenciones del Papa.
Con Jesús durante el día. «El que no carga su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi Discípulo» ¡Gana en libertad para seguir a Jesús! Corta con las actitudes de celos, envidias y resentimientos que tienen tu vida amarrada al dolor. ¡Libérate!
Con Jesús por la noche. Repasa y cierra tu semana. ¿Qué situaciones te han dejado paz y cuáles no? ¿De qué te has dado cuenta este fin de semana? ¿Qué bien has podido hacer y qué daño has ocasionado?
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