jueves, 1 de septiembre de 2016

La gran misericordia


Una de las actitudes fundamentales de Jesús, y que sobre todo san Lucas no se cansa de resaltar, es la gran misericordia de Jesús que lo lleva a ser disponible para los demás. Para él no hay un momento determinado para sanar, para atender a los que lo buscan. Todo su tiempo le pertenece a los demás, para quienes él ha sido enviado. Se ha hecho disponible para todos y todos han encontrado en él alivio y consuelo. En nuestro mundo agitado es fundamental el recobrar esta actitud de Jesús, sobre todo para los de nuestra propia casa. Es cierto que muchas veces estamos cansados, pero que importante es estar siempre disponible para los hijos, para el esposo o la esposa, para nuestros padres. La falta de disponibilidad causa serias lesiones en la relación de la familia lo que va poco a poco provocando la indiferencia y la dispersión. Quizás valdría la pena hoy reflexionar sobre nuestra disponibilidad y pensar ¿qué tan dispuesto estoy para dar una mano (escuchar, acompañar, servir) a los que se acercan a mi, sobre todo los de mi propia familia? Recuerda que servir es amar.
Que pases un día lleno del amor de Dios.
Como María, todo por Jesús y para Jesús
Pbro. Ernesto María Caro

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