El evangelio de hoy considera todo lo referente al fenómeno de la visión: los ciegos no pueden mostrar el camino a otros, ojos heridos distorsionan lo que ven en otros y no pueden ver sus propios defectos. --- Habríamos de tener nosotros una ceguera “amable y comprensiva” para las faltas de los otros. Por otra parte, miremos primero dentro de nuestros corazones; éste es quizás el camino para amar un poco más a los hermanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario