jueves, 8 de septiembre de 2016

RESONAR DE LA PALABRA 08092016

Evangelio según San Mateo 1,1-16.18-23. 
Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham fue padre de Isaac; Isaac, padre de Jacob; Jacob, padre de Judá y de sus hermanos. Judá fue padre de Fares y de Zará, y la madre de estos fue Tamar. Fares fue padre de Esrón; Esrón, padre de Arám; Arám, padre de Aminadab; Aminadab, padre de Naasón; Naasón, padre de Salmón. Salmón fue padre de Booz, y la madre de este fue Rahab. Booz fue padre de Obed, y la madre de este fue Rut. Obed fue padre de Jesé; Jesé, padre del rey David. David fue padre de Salomón, y la madre de este fue la que había sido mujer de Urías. Salomón fue padre de Roboám; Roboám, padre de Abías; Abías, padre de Asá; Asá, padre de Josafat; Josafat, padre de Jorám; Jorám, padre de Ozías. Ozías fue padre de Joatám; Joatám, padre de Acaz; Acaz, padre de Ezequías; Ezequías, padre de Manasés. Manasés fue padre de Amón; Amón, padre de Josías; Josías, padre de Jeconías y de sus hermanos, durante el destierro en Babilonia. Después del destierro en Babilonia: Jeconías fue padre de Salatiel; Salatiel, padre de Zorobabel; Zorobabel, padre de Abiud; Abiud, padre de Eliacím; Eliacím, padre de Azor. Azor fue padre de Sadoc; Sadoc, padre de Aquím; Aquím, padre de Eliud; Eliud, padre de Eleazar; Eleazar, padre de Matán; Matán, padre de Jacob. Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es llamado Cristo. Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto. Mientras pensaba en esto, el Angel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: "José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados". Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel, que traducido significa: "Dios con nosotros". 

RESONAR DE LA PALABRA
Queridos amigos y amigas:
Hoy celebramos la Natividad de María. Como si celebráramos su cumpleaños, recordamos el día en que nació. El día en que, a través de sus padres –San Joaquín y Santa Ana- se le regaló la vida.
Una vida que al principio era pequeña en apariencia, pero que no dejaba de ser algo maravilloso: un regalo y una tarea. Regalo ser criatura humana, con sus capacidades y posibilidades. Tarea porque para desarrollar lo que Dios pone en nosotros como semilla necesita de nuestra colaboración.
Podemos imaginar a María creciendo en su pueblo, con su familia atenta, con sus paisanos alrededor… aprendiendo de sus mayores, desarrollando habilidades, afrontando las dificultades, rezando cada día… Una vida que se va desplegando, en el silencio de lo cotidiano, preparándose para acoger la vocación que Dios le quiso confiar…
La celebración del nacimiento de María puede ser un buen momento para agradecer a Dios su vida… y cada vida. También la tuya. Esa pequeña existencia que no deja de ser algo maravilloso. Un regalo y una tarea. Con sus luces y sus sombras. Con lo que ya has logrado y con el camino que queda por recorrer.
Y pedirle al Señor por todas las vidas. También por la tuya. Para que todo lo que vivas hoy, y el día en que celebres tu cumpleaños, te ayude a seguir acogiendo la misión que Dios te quiere confiar en esta vida. Como María.
Tu hermano en la fe:
Luis Manuel Suárez CMF
comentario publicado por Ciudad Redonda

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