domingo, 20 de noviembre de 2016

Meditación: Lucas 23, 35-43


Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo

Hoy, la Iglesia nos invita a meditar en Jesucristo, el Señor, que es no solo nuestro Maestro, Redentor y Sacerdote, sino también el Rey del Universo. Al hacerse hombre, Jesús asumió la dignidad real como atributo de su propia Persona. Los ángeles recibieron el mandato de adorarle, los vientos y las olas del mar le obedecieron; toda criatura le debe homenaje y sumisión, porque él es el Verbo encarnado.

Además, Cristo es Rey por título especial, pues nosotros somos sus súbditos por derecho de conquista. Estábamos bajo la dominación de Satanás y reducidos a la servidumbre del pecado desde aquel momento fatal en que Adán cometió su desobediencia y nos envolvió a todos en su ruina. Pero hemos sido liberados de tal esclavitud por Jesucristo, y por tal razón somos ahora súbditos suyos. “Como Rey —decía San Agustín— luchó por nosotros, y como Sacerdote se ofreció por nosotros. Él es, pues, nuestro Rey, nuestro Sacerdote y por esto mismo debemos alegrarnos en él” (Comentarios al Salmo 149).

Hoy concluye el “Año Jubilar de la Misericordia.” Recordamos que el Santo Padre deseaba que toda la Iglesia encontrara “en este Jubileo la alegría por redescubrir y hacer más fecunda la misericordia de Dios, con la cual todos estamos llamados a dar consolación a cada hombre y cada mujer de nuestro tiempo.”

Según la bula Misericordiae vultus, la misericordia “es la palabra que revela el misterio de la Santísima Trinidad; es el acto último y supremo con el que Dios acude a nuestro encuentro; es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida.”

Entonces, tú y yo tenemos, por ser cristianos, la misión de ser compasivos y misericordiosos con aquellos que viven a nuestro lado y con cuantos encontremos por el camino.”
“Oh Cristo Jesús, mi Rey y mi Señor, hoy te doy gracias especiales por tu Majestad divina y por la enorme misericordia que has tenido conmigo y con toda la humanidad.”
2 Samuel 5, 1-3
Salmo 122(121), 1-5
Colosenses 1, 12-20

fuente: Devocionario católico la palabra con nosotros

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