sábado, 4 de agosto de 2018

¿Frío, tibio o caliente?

En el mediodía de este sábado una Palabra reposó en mi interior y no tuve otra posibilidad que tomar mi biblia, dirigirme al libro del Apocalipsis y allí, en el capítulo 3, versículo 14 comenzar a ser tocado por la Carta a la Iglesia de Laodicea.
“Conozco tus obras, no eres frío ni caliente. !!Ojalá fueses frío o caliente! Por eso, porque eres tibio te vomitaré de mi boca.” 
La Palabra se volvió en mi mediodía una verdadera espada de doble filo que atravesó mi ser para otorgarme la gracia de discernir mi presente.

¿Frío, tibio o caliente?
Mi mirada se ancló en el medio y de ella no podía moverse.

¿A qué tibieza se refiere el Señor?
Tibio es aquello que esta a mitad camino. Entre lo frío y lo caliente. Pensado así, el “tibio espiritual” es aquel que es mitad de Dios y mitad del mundo.
Y bien dice Santiago que el hombre de doble animo es inconstante en todos sus caminos, no en algunos, sino en todos.
En definitiva el tibio es aquel que sabe a qué está llamado pero no es capaz de renunciar a “su propia agenda”; no es capaz de rendir todas las áreas de su vida al Señor.

A los que estamos en el camino nos habla el Señor.
A mí, que proclamo ser de Él, a mí, me está interpelando.

¿Te sientes “detenido” en el camino? ¿No logras avanzar? La tibieza también habla de cierto “estancamiento”. Queda tibio aquel que no quiere, no desea, no anhela, no busca avanzar.

Señor, al mediodía quiero decirte, quiero clamarte… ¡Derrama hoy aquí, en mi presente, Tu Espíritu Santo! No quiero permanecer en tibieza alguna. Yo sé, yo he escuchado Tu llamado. Yo he reconocido Tu Voz, Maestro! Yo he sentido mi corazón ser tocado por Tu Amor. Necesito hoy Tu acción poderosa en mi. Preciso de Tu Gracia para avanzar. No quiero, no deseo permanecer anclado en mi propio ego, ni creer que te sirvo desde mis comodidades. Dame Espíritu Santo para que, movido mi corazón al arrepentimiento, encuentre el camino verdadero, el que me lleva a la hoguera ardiente de Tu Amor donde quiero ser horneado, donde quiero residir.

Miguel Angel Yunges
Comunidad Piedras Vivas

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