ORACIÓN DE LIBERACIÓN DE UN VICIO FAMILIAR
Cuando estamos luchando contra el vicio, sea nuestro, de un(a) hijo (a) o de otra persona de la familia debemos extender nuestra mano y clamar al Cielo y a nuestro Dios por ayuda y misericordia.
Tenemos que confiar al Señor nuestra oración, pues El nos dice: “El tendió su mano desde lo alto y me tomó, me sacó de las aguas caudalosas; me libró de mi enemigo poderoso, de adversarios más fuertes que yo.” Salmo 18, 17-18
Mi Dios amado, cuánta tribulación hay en nuestra familia, cuántos dolores y sufrimientos nos han tocado por causa del vicio.
No sabemos más qué hacer, ya intentamos de todo, conversamos, pedimos perdón uno al otro, fuimos a clínicas de internación y allí intentamos de todas las formas liberarnos de ese maldito vicio. Es como si él estuviese enraizado en el alma, en el inconsciente, impregnado en la sangre, y se volviese cada vez mas acentuada la dependencia.
Sabemos que más allá de recurrir a la medicina, a los psicólogos y a otros tratamientos paralelos, necesitamos implorarte que nos des sabiduría y fuerza para vencer ese mal tan terrible y tan destructivo.
Señor Jesús, sabemos de Tu gracia y que Tu sangre tiene poder curativo, por eso, si pudiésemos, haríamos de buen grado una transfusión de sangre: cambiaríamos está, nuestra sangre contaminada por el vicio, por un poco de Tu sangre preciosa, pues ella nos curaría y limpiaría de toda la maldición y dependencia que existe en nosotros.
Por favor, haz eso por (menciona el nombre del dependiente).
Ven, Espíritu Santo, haz un tratamiento en la sangre contaminada por el vicio de (menciona el nombre del dependiente)
¡Blanquéanos con Tu fuego purificador y danos la gracia de la liberación!
Señor, no sabemos como este vicio entró en nuestra vida, si fue por herencia o generado por alguna rebelión, rechazo, maldición, por malas compañías, por falsos amigos, por fragilidades, por querer ser parte de un grupo, por querer imitar lo que otros hacían. Sea cual fuese el motivo, ven, Señor, lava este vicio con Tu sangre redentora.
Te imploramos, Cristo Jesús, precisamos de Tu ayuda. No tenemos a quien recurrir, solo en Ti encontramos fuerza y esperanza. Cuantas noches pasamos despiertos sin saber donde él(ella) se encontraba.
El(Ella) ha usa mal el dinero que recibe y, otras veces, roba para alimentar el vicio; ha sido violentado(a) por traficantes, por amigos de bares y por las compañías; ya no tiene más fuerzas para rezar y obedecer a su propia voluntad.
Señor, ten misericordia de este(a) infeliz tan dependiente.
Padre, libéralo(a) por la gloria de Tu voluntad, para que este(a) dependiente quiera solo lo que Tú, Señor, quieres. Ven, Espíritu Santo, con Tu infinito amor, sobre esta persona que tanto sufre de este mal, llena el vacío de su alma y el lugar que este vicio maldito ocupa en su cuerpo. Permanece donde tal vez haya faltado cariño de padre y de madre, en las ocasiones en que el(ella) se sintió abandonado(a) sin fuerzas y necesitado(a) de afecto.
Tú Señor eres la libertad, la seguridad absoluta para cualquier problema. Por eso, Te pido: ven, Señor, en auxilio de Tu hijo tan dependiente y que hoy necesita de esta gracia. Estamos en oración y clamando a todo el Cielo.
Pedimos también que los ángeles de Dios le acompañen para que el (ella) se aparte de malas compañías y de falsos amigos.
Necesitamos de Ti, Señor, y de Tu poder en este gran combate contra el mal en nuestra familia.
Dios nos ayude y bendiga. ¡Amén!
p. Vagner Baia
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