Señor Jesús, por esta señal de la Cruz, envuélvenos a todos en Tu amor, en Tu poder y en Tu Sangre, para que el enemigo no nos pueda perjudicar. En nombre de Jesucristo, por la Sangre derramada en la Cruz para nuestra redención, yo renuncio a toda contaminación maligna. Creo que Tu Sangre me lava y me libera y que el enemigo no tiene mas poder sobre mi.
Creo que Tu fuego de amor quema y me purifica de todos los males. Renuncio por la Sangre de Jesús: al diablo, autor y principio de todo mal, de todo pecado y padre de la mentira; a todo espíritu de impaciencia y de rabia, de resentimiento y amargura; tensión nerviosa y agresividad; al juicio temerario y a la presunción; a la ira y al odio; a la murmuración, a la mentira y a la calumnia.
Renuncio, por la sangre de Jesús a todo espíritu de desánimo y tristeza; de melancolía y soledad, de fracaso y frustración; de desconfianza del Amor de Dios y del prójimo; de auto-rechazo y auto-condenación.
Renuncio, por la Sangre de Jesús, a todo y cualquier espíritu de miedo: miedo de Dios y Satanás; miedo de las personas, animales y cosas; miedo al futuro; a las enfermedades y muerte; miedo a la altura y a la oscuridad; miedo a los accidentes y asaltos; miedo a perder mi imagen de prestigio; miedo de hablar en público y testimoniar el Evangelio; miedo a la pérdida de un familiar y a la condenación eterna.
Renuncio, por la Sangre de Jesús, a todo espíritu: de complejo de inferioridad y auto-piedad; de ansiedad, de angustia y preocupación exagerada; de traumas y enfermedades, de desequilibrio emocional y psíquico; de autodestrucción.
Renuncio, por la Sangre de Jesús, a todo espíritu de venganza; a todo deseo de fracaso y muerte de personas; a todo espíritu de injusticia y explotación de personas humanas; a todo espíritu de rebelión contra Dios, contra mi hermano y contra mi mismo(a), no aceptando mis fragilidades; a toda y cualquier herencia de maldición que venga de mis padres por envolvimientos con cosas ocultas, espiritistas, sea que hubiesen participado ellos o me hayan llevado a participar.
Renuncio, por la Sangre de Jesús, a todo espíritu de avaricia; de apego al dinero, a las cosas, personas o cargos; a todo espíritu de gula, drogas y cigarrillos; a todo espíritu de alcoholismo, blasfemia y sacrilegios; a todo espíritu de celos y envidia; de prejuicios e hipocresía; de fingimiento, falsedad y adulación.
Renuncio, por la Sangre de Jesús, a todo espíritu de malas palabras y bromas; de sexo desenfrenado y lujuria; de masturbación y fornicación (sexo antes del matrimonio); de prostitución y adulterio; de homosexualidad y lesbianismo; de orgia y de juergas, de pornografía; de autosuficiencia y egoísmo; de vanidad, orgullo y estatus; de materialismo y consumismo; de ambición y de poder; de hurtos y robos.
Renuncio, por la Sangre de Jesús, a todo espíritu de superstición y descreencia; de dudas religiosas; de horóscopos, cartomancia, tarot, control mental, pirámides energizantes, meditación trascendental; a todo espíritu de idolatría y falsas religiones; de Seicho-no.ie, mahikari e Iglesia mesiánica; de esoterismo, masonería y rosacruz.
Renuncio, por la Sangre de Jesús, a todo espíritu de magia negra y lujuria, de espiritismo kardecista, umbanda y candomblé; de macumba, saravá, mesa blanca, conga; a todo curanderismo y hechicería; a todo hechizo de viento cambiado, quebrantamiento, mal de ojo, espinas caídas, a toda brujería o hechicería para que los bebes caminen y hablen; a toda fiesta pagana espiritista de Cosme y Damian, Lemanjá y de día de brujas (Halloween); a toda simpatía y amarra; a todo espíritu que invocación y sus pasos espiritistas y baños de limpieza espiritual; a toda herencia de maldición de falsas religiones ocultas que traigo de mis antepasados.
Renuncio, por la Sangre de Jesús, a todas las consagraciones hechas a las entidades espiritistas; a todas las ofrendas hechas en las selvas, montes, montañas; cruces de caminos, en las aguas y en los cementerios; a toda cachimbada, ruedas de fuego, inciensos, iniciación y envolvimientos espiritistas; a todo bautismo en falsas religiones.
Renuncio, por la Sangre de Jesús, a todos los remedios espiritistas, cirugías y tratamientos hechos en centros espiritistas; a todo trabajo en los despachos, confusiones espiritistas, maldiciones y plagas que lanzaron contra mi y mi familia y que yo pueda hacer lanzando contra alguien; a todo objeto supersticioso que traigo conmigo o que está en mi casa: amuletos, cuerdas, nudos, conmigo-nadie-puede, duendes, brujas, signos de energización, cristales.
Renuncio, por la Sangre de Jesús, a todo libro y literatura de doctrinas ocultas, espiritistas y satánicas; a las músicas, filmes y revistas; a todo espíritu malo y al péndulo, al girar el cuerpo para la adivinación y a todo modo de vivir no cristiano.
En Nombre de Jesús y por Su Preciosísima Sangre que me lavó y me redimió, asumo mi bautismo de hijo(a) de Dios, y que mi Nombre está escrito en el Cielo, en el libro de la vida eterna, pues a partir de ahora acepto una sola Fe, un solo Bautismo, una sola esperanza; al Señor Jesucristo, mi Salvador.
Creo que fuera de Él no hay salvación; ordeno que todo espíritu malo que me haya dejado vaya ahora a los pies de Jesús y no vuelva más para perjudicarme.
Gracias, Señor, por haberme liberado; Te glorifico por esta vida nueva.
Cristo, Tú eres mi único Señor, mi libertador; te pido que Tus Ángeles me defiendan en el combate contra los embustes de Satanás y sus ángeles.
María, Madre de Jesús, cuida también de mi como cuidaste de Jesús: ¡Amén!
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