«Mirémonos ahora a nosotros mismos y, a la luz de todo esto, hagámonos alguna pregunta. ¿Frente al cansancio de vivir una vida honesta y generosa, de comprometerme yo -cada uno dice, me comprometo- según la voluntad del Padre, estoy dispuesto a decir “sí” cada día, aunque cueste? Y cuando no lo consigo, soy sincero en el enfrentarme con Dios sobre mis dificultades, mis caídas, ¿mis fragilidades? Y cuando digo «no», ¿vuelvo atrás? Habla con el Señor sobre esto. ¿Cuándo me equivoco, estoy dispuesto a arrepentirme y a regresar sobre mis pasos? ¿O hago como si nada y vivo llevando una máscara, preocupándome solo en aparecer como bueno y correcto? En definitiva, soy un pecador, como todos, ¿o hay en mi algo de corrupto?»
Francisco
Ángelus
01-10-2023
No hay comentarios:
Publicar un comentario