Entonces Jesús dijo a sus discípulos: "El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida a causa de mí, la encontrará. ¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida? ¿Y qué podrá dar el hombre a cambio de su vida? Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre, rodeado de sus ángeles, y entonces pagará a cada uno de acuerdo con sus obras. Les aseguro que algunos de los que están aquí presentes no morirán antes de ver al Hijo del hombre, cuando venga en su Reino".
RESONAR DE LA PALABRA
Ciudadredonda
Queridos hermanos:
Jesús acaba de hacer el primer anuncio de la pasión. Jesús recuerda que su destino es también el destino de los discípulos; el seguimiento del Mesías Jesús resulta arriesgado y peligroso. El seguimiento implica recorrer el camino de la vida tras Jesús y ello termina implicando recorrer el mismo camino de Jesús hacia el rechazo, la exclusión…
El logión sobre el seguimiento y el de la vida como juego de gana-pierde ya los ha recogido Mateo en el cap. 10, 38ss.
El texto de hoy resalta la importancia de la praxis: cada uno será juzgado según sus obras, según su conducta; no son suficientes las palabras o la doctrina.
Otra dimensión que aparece en el evangelio de hoy es que el seguimiento está en el contexto de la esperanza de la Parusía. El seguimiento de Jesús hace visible y patente la esperanza de la Parusía, en cuanto que será la plena realización de Jesús y de su mensaje del Reino de Dios. Solamente en la perspectiva de la esperanza es posible mantener la pasión y la radicalidad del seguimiento de Jesús en la historia.
fuente del comentario CIUDAD REDONDA
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