“Dice una leyenda que dos amigos viajaban por el desierto. En un determinado punto del viaje, discutieron y uno golpeó al otro. El ofendido escribió en la arena:
'Hoy mi mejor amigo me ha pegado una bofetada'
Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde decidieron bañarse. El que había sido abofeteado comenzó a ahogarse, y fue salvado por el amigo. Al recuperarse, tomó un estilete y escribió en una piedra:
'Hoy mi mejor amigo me salvó la vida'
Intrigado, el mejor amigo preguntó ¿por qué, después de pegarte escribiste sobre la arena y ahora escribes sobre una piedra?. El otro respondió:
Cuando un gran amigo nos ofende, debemos escribir en la arena, donde el viento del perdón y el olvido acaban borrándolo. Pero cuando nos pasa algo grandioso debemos grabarlo en piedra, grabarlo en la memoria del corazón, donde ningún viento puede borrarlo.”
Alejandro Córdoba
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