“Déjalo estar”, “no intentes que todo cambie”. Ni siquiera cambiar tú a otros. A veces toca simplemente estar ahí: estar al lado, acompañar en esos momentos en los que todos necesitamos a alguien cerca. Escuchar, callar, dejarse mirar y mirar al otro con compasión, con ternura, con ganas de dejarse tocar por un gesto, por una palabra. O, quizás, por ese tan sólo “estar”.
San Ignacio nos recuerda en los Ejercicios Espirituales que la manera de acompañar debe ser desde la libertad total para que el Padre se encuentre con nosotros [EE 15]. Ojalá seamos capaces de dejarnos acompañar y transformar por ese Dios que se comunica a través de tanta gente y que nos invita en estos días a ser transparentes y poner verdad en nuestras vidas."
foto Shutter Stock
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