"Dependemos demasiado de la cabeza. Pensamos sobre las cosas cuando corresponde sentirlas. Cuando pienso, creo distancia no sólo respecto a las cosas, sino también respecto a las personas. Me hago una idea de la persona, en vez de relacionarme con ella. La cabeza siempre está inquieta. Contínuamente pienso en una cosa tras otra, Está claro que la inteligencia es valiosa y que sin ella no hubiéramos llegado tan lejos, que sin ella no hubiera dominado mi vida, sin embargo, a menudo me impide disfrutar del momento, pues la inteligencia no es capaz de detenerse en el presente. Por el contrario, mis sentidos me introducen en el arte de vivir el momento. En los sentidos siempre estoy totalmente en el presente, Siento, observo, escucho, huelo, saboreo, toco: aquí y ahora.
El poeta Otto Julius Bierbaum (1865-1910) nos invita a abandonar el dominio exclusivo de la cabeza para entregarnos a los sentidos y a través de ellos, a la vida. Este es su camino para experimentar el placer de vivir:
Olvídate un poco de la cabeza y
abrázate sin pensar a la amada vida
con la intensidad de las flores.
Olvídate de tus aspiraciones y de tus ambiciones
y con una sencillez sagrada, sé libre
de la coacción que te impone el cerebro.
Desde luego que te ha llevado muy lejos
y te ha dado mucha sabiduría.
pero la vida más profunda
no se conoce, sólo se siente.
Dentro de la tierra fecunda, fresca de primavera,
las raíces tiernas de las flores sienten
más por ella que tú.
Sé también un hijo de la tierra.
¡Para que no se haga extraña en tu sentir
dirígele hoy los sentidos! "
ANSELM GRÜN. El pequeño libro de la alegría.
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