Una sola es la tristeza legítima: esa que nos sobrecoge cuando reconocemos el miserable estado de nuestra alma. Las demás forma de tristeza no tienen ningún vínculo con la Gracia de Dios
No quiero que te entristezcas o te perturbes por lo que sucede en contra de tu voluntad, por más razón que tengas.
Tal pesadumbre no sería sino una muestra de egoísmo. Permanece atento, pues, al egoísmo, que suele esconderse en las justificaciones.
Ten cuidado, también, con la tristeza inesperada, que muchas veces aparece tras una amonestación recibida con justicia. La tristeza exagerada proviene únicamente del maligno.
Una sola es la tristeza legítima: esa que nos sobrecoge cuando reconocemos el miserable estado de nuestra alma. Las demás forma de tristeza no tienen ningún vínculo con la Gracia de Dios.
Procura mantener en tu corazón la alegría del Espíritu Santo y no permitas que el astuto te llene con su veneno. ¡Atención! Mantente despierto, no sea que el Paraíso que hay en tu interior se transforme en un infierno."
(Traducido de: Sfântul Nectarie al Pentapolei, Învăţături, Editura Evanghelismos, Bucureşti, 2008, p.18-19)
fuente Doxologia
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