En el tiempo de la espera,
¡ven a enseñarme el arte de saber esperar!
Lléname de esperanza,
siembra en estos tiempos un mirar nuevo.
Mi querido Espíritu Santo,
me dejo abrazar por Tu inmensidad.
¡Déjame abrazarte desde mis límites,
mis cansancios, mis tristezas!
y en ese abrazo confundido de
mi pobreza y Tu santidad,
¡Aumenta mi fe!
Yo sé Quien eres,
Sé en Quien espero,
por eso te pido, ¡Ven a aumentar hoy mi fe!
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