Créelo, la voluntad de Dios está en el corazón de quien la busca siempre, con diligencia, recta y firme intención de realizarla, con fuerza, determinación y continuidad.
El problema está en que sólo procuramos vivir la voluntad de Dios de vez en cuando y con sospechoso deseo de realizarla; y como no la buscamos siempre, perdemos fácilmente "el sendero", el aprendizaje que habíamos obtenido sobre cómo buscarla, la determinación, también se van diluyendo.
Pero, ¡no hagamos de ello un problema!, ella continua en el corazón de quien desea realizarla, ¿se entiende, no?
Con cariño y oraciones,
tu hermano,
Ricardo Sá.
Adaptación del original en português.
fuente Portal Canção Nova
No hay comentarios:
Publicar un comentario