Hombres según el corazón de Dios
Voy a hablar sobre los hombres según el corazón de Dios porque merecemos que alguien hable de nosotros.
“Dijo Samuel a Saúl: Te has portado como un necio. No has hecho lo que el Señor tu Dios te había mandado. El Señor habría consolidado para siempre tu reino sobre Israel; pero así, tu reino no se mantendrá. El Señor ha buscado un hombre que le sea fiel, y le ha destinado para jefe de su pueblo, porque tú no has hecho lo que el Señor te había mandado” (1Samuel 13,13-14). El miedo hizo que Saúl se apartara de la voluntad de Dios.
Todo aquello que haces, tomado por el miedo, te aparta de la voluntad de Dios. Muchas veces, nosotros los hombres somos cobrados por nuestra mamá, por nuestro papá, por eso hacemos todo mal, por causa del miedo.
El Señor iba a consolidar para siempre el reino de Saúl, pero el miedo hizo que perdiera para siempre la vida feliz que hubiera podido tener.
¿Qué sería un hombre según el corazón de Dios, de acuerdo con su voluntad? ¿Qué estaba en la cabeza de Dios cuando creó a Adán y a Eva? ¿Para qué el hombre? ¿Para qué lo hizo Dios? Todo hombre tiene una misión. ¿Cuál es la tuya?
Todo hombre tiene una gran misión. Todo hombre tiene una lucha psicológica y espiritual. Nosotros los hombres tenemos la gran misión de hacer que aquellos que fueron destinados para el Señor lleguen a Él. La mayor misión del hombre es la de conducir al pueblo hacia Jesús.
¡Hombre, muestra cómo debe ser esa conducción hasta el Señor! Todos nosotros fuimos hechos para luchar, para la iniciativa de asumir la misión y llevarla hasta el fin. Cuando Dios creó al hombre le dió valentía y fuerza.
Quiero mostrar la fuerza que tenemos desde la concepción, porque ya en el vientre materno Dios nos amó y colocó esa fuerza en nosotros. Cuando una madre tiene un hijo, es con ella que el hijo se identificará primero, pero para que el niño pueda afirmar su masculinidad va a necesitar despegarse un poco de ella; va a necesitar de un padre para decir: ¡yo me parezco a él! El hombre es quien va a llamar a otros hombres hacia la fuerza, y este nuevo hombre necesita ser confirmado, necesitar mirar a su madre y percibir que no se identifica con ella, sino con el padre.
Hoy estamos viviendo una gran crisis de la masculinidad. ¿Sabes porqué? Porque estamos perdiendo la gran misión que Dios nos confió. ¿Será que tú, hombre has luchado? ¿Será que como profesor luchaste lo suficiente, como educador, para enseñar carácter a tus alumnos? Hoy en el mundo está faltando carácter. ¡Podríamos hablar de tantas otras luchas que como hombres tenemos! Un hombre, según el corazón de Dios, es aquel que no renuncia, que va hasta el fin en una relación, en el matrimonio.
Tú tienes la fuerza de Dios en ti. ¿Cuál es la lucha que vienes librando?
Un aspecto de la lucha del hombre es la batalla espiritual. ¿Cuándo dices que “mueres por una mujer”, tienes la valentía de matar el hombre viejo que hay en ti que destruye la pureza de esa mujer? Si hoy no lo matas, en el casamiento tampoco serás capaz de hacerlo.
Para el mundo el hombre es visto como un “ganador”, como aquel que “está con todas” sin conquistar ninguna; las profana, pero no las lleva a Dios.
Un hombre necesita mirar a Jesús y ver que Él donó su vida por nosotros. Hoy, lamentablemente, el mundo se ha mostrado tan compasivo que los hombres no son capaces de controlar ni su sexualidad. El Padre Jonas Abib, fundador de la Comunidad Canción Nueva, dice: “Hombre, está difícil, pero ¡aguanta firme!” La mujer quiere alguien que le brinde seguridad, por eso es necesaria la iniciativa del hombre. La mujer está llamada al misterio no a la exposición.
Otra característica de todo hombre es dejar un legado. Mi papá me enseñó muchas cosas. Él me enseñó que el hombre de verdad tiene palabra y que es un luchador. La característica del hombre es tener una historia que contar.
La presencia del padre le garantiza al hijo autoconfianza, determinación y seguridad. La ausencia paterna, sin embargo, aumenta la posibilidad de que el niño tenga problemas muy grandes en su infancia; hay inclusive riesgo de mortalidad infantil en recién nacidos. Claro que si te faltó un padre en la Tierra, tiene un Padre en el Cielo, porque eres hijo de Dios.
Hoy, eres un hombre según el corazón de Dios; mañana, habrá personas que necesitarán de ti. Cuando el hombre tiene la valentía de colocarse delante de la batalla y lucha por su familia, por su casa, Dios dice que ese hombre es un guerrero. ¡La fuerza del hombre viene de un Dios guerrero, de un Dios fuerte!
Adriano Gonçalvez – Misionero de la Comunidad Canción Nueva
Prédica durante el Campamento “Revoluçao Jesús 2014”
Prédica durante el Campamento “Revoluçao Jesús 2014”
Traducción: @ExequielAlvarez
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