domingo, 4 de mayo de 2014

¿Cómo aumentar mi FE? - PARTE I

Para responder esa pregunta es necesario considerar el estado en que se encuentra la fe de la persona: si es un principiante o si es una persona que está "caminando". Comencemos por la fe de los principiantes:

La fe es un don de Dios.
Una gracia que toca la inteligencia y la voluntad del hombre.
Dios habla con el hombre por medio de la Palabra, de la vida de los santos, de las experiencias de la vida. Y entonces surge la fe, que es una realidad en la que el hombre se siente atraído por Dios y, por fuerza de su voluntad, habla para que el intelecto "crea". Reconoce que es Dios es quien está hablando. La fe acontece por causa de la autoridad de Dios que habla. Para el principiante, por lo tanto, es necesario pedir el don de la "fe": la vida de oración.

El ejemplo del padre del niño epiléptico (Mc 9,29), "creo, más aumenta mi fe" es oportuno. Todos los que están iniciando el caminar en la vida de fe deben pedir la gracia de la fe, Dios la dará, por lo tanto es bueno observar que, en el inicio, ella todavía es frágil y el enemigo no está interesado en que se haga fuerte, así usará de varios medios para hacer que la persona se pierda por el camino. Y las formas de perderse es por medio de la sugestión, la tentación y la imaginación.

Para evitar esas armadillas diabólicas, un primer consejo es huir de ellas. Sí, huir. Pues no se coloca un brote de árbol en el medio de la tempestad. Huir de las conversaciones vanas, de los lugares de pecado, de las lecturas peligros y también resistir intelectualmente, pues la tentación viene por medio de cuestionamientos intelectuales, de las dudas. Debes signarte en esos momentos con la Señal de la Cruz, buscar distraerte, no pensar, no dar lugar a los malos pensamientos.
Otro consejo es evitar la soberbia espiritual, recordando que todavía eres un principiante en la fe, que precisas aprender mucho. Por lo tanto, sé humilde.

Finalmente, aumenta tu cultura religiosa, leyendo el Catecismo de la Iglesia Católica, la vida de los santos, etc. Una sugerencia de lectura es conocer las varias reglas de San Ignacio de Loyola para sentir con la iglesia, que pueden ser encontradas al final del libro de los "Ejercicios Espirituales"

Alimentando la fe, ella crece y puede volverse un árbol frondoso y será entonces el momento en que podrás pasar al próximo paso.

Lee Parte II: ¿cómo los "avanzados" en la vida espiritual pueden crecer en la fe?

(puedes profundizar escuchando esta enseñanza del p. Paulo Ricardo - SOLO DISPONIBLE EN IDIOMA PORTUGUES)


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