¡Buen día Espíritu Santo!
Así como ansiosa aguarda la naturaleza la llegada de la luz;
como ansiosa espera aquello que le devuelva su brillo natural;
Así mi vida, expectante, aguarda por Tí, Espíritu Santo!
¡Ven!,
¡Ven y visítame!
¡Ven y llena con Tu Gracia,
incendia con Tu Fuego;
suaviza con Tu Unción!
¡Ven, y purificada mi mente,
reconciliado mi corazón,
y rendida a Ti mi alma,
hoy pueda cantar al final del día
cuán grande es Tu misericordia!
Dime, ¿qué podemos hacer juntos hoy?
No hay comentarios:
Publicar un comentario