jueves, 14 de agosto de 2014

Corrección fraterna

La corrección fraterna tiene que ser movida por el amor   

La corrección fraterna es necesaria y es de Dios pero tiene que ser movida por el amor y por la intención de ayudar a quien se equivocó


“Si tu hermano peca contra ti, corrígelo pero en particular, a solas. Si te escucha, ganaste a tu hermano” 
Mateo 18, 15

La Palabra de Dios el día de hoy nos señala una de las cosas más necesarias pero también una de las más dificiles en las relaciones fraternas, sobretodo entre nosotros que vivimos de la fe, la llamada “corrección fraterna”. La corrección fraterna es necesaria, es importante, es útil, es de Dios, pero es mucho más dificil corregir y aún más dificil es ser corregido. Tanto quien va a corregir como quien va a ser corregido, necesita en primer lugar, sacar de su corazón el resentimiento, la herida y sobretodo el orgullo porque la corrección fraterna tiene que ser movida por el amor.

La corrección fraterna es necesaria, es de Dios pero tiene que ser movida por el amor y por la intención de ayudar a quien se equivocó.

En primer lugar no lo hagas en el impulso de la rabia y del momento, deja que las cosas se calmen dentro de ti. En segundo lugar no lo hagas de forma muy humana, pide sabiduría divina para tener las palabras correctas, humildes y sobretodo la intención de ayudar a la otra persona. Muchas veces, una corrección fraterna necesita de mucho tiempo para suceder pero es necesaria.

Si ves que tu hermano está equivocado no cometas el crimen y la barbaridad de comentar y chismosear con otra persona sobre lo sucedido porque es un mal mucho más grande ver a alguien equivocarse y en vez de corregirlo, ayudarlo y de rezar por él primero, tu hablas sobre esto con los otros. Mi hermano, ¡no hagas esto!
Pide a Dios la disposición y la humildad para conversar con tu hermano, intenta mostrarle donde está su error y que lo que está haciendo no está bien. Pero por favor no trates los problemas de los otros en los clubes de chismes. No llames, no amplifiques la situaciones, no propagues, no incluyas más y más personas; no vayas a la peluquería a tratar en las conversaciones la vida de los otros.

Cuántos malos entendidos y desentendimientos, cuántas cosas se complicaron en la vida porque en vez de tratar las cosas de forma cristiana y fraterna las tratamos de forma mundana, carnal, pecaminosa, porque el chisme es del diablo, no es de Dios!
¡Aprende eso!

Si fuiste a hablar con tu hermano o si no pudiste hacerlo porque algunas cosas te lo impidieron, busca la autoridad de la Iglesia, como dice la Palabra hoy.
Sí, busca ayuda de la Iglesia, del padre, del director espiritual, pero no trates la situación en el nivel del chisme. Porque el peor mal es quien trata el error de los hermanos hablando a otros. Eso duele en el corazón de Dios y provoca males y daños para la comunidad, para la sociedad y para la humanidad.

¡Dios te bendiga!
Padre Roger
Comunidad Canción Nueva

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fuente Portal Canción Nueva

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