MATRIMONIOS SAGRADOS

Luchemos para que el matrimonio sea cada vez más sagrado  

¡Luchemos para que el matrimonio sea cada vez más sagrado!

“Por eso el hombre dejará padre y madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. De modo que ellos ya no son dos, sino una sola carne. Por lo tanto, lo que Dios unió que el hombre no lo separe.” (Mateo 19, 5).

Hoy queremos, iluminados por la Palabra de Dios, resaltar la importancia y el valor del matrimonio y reconocer que el es un sacramento de amor, de unión divina e indisoluble. Quien se decide por el matrimonio quien se decide por el amor, se decide a vivir una vida de unidad con otra persona.

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Y aquí es necesario entender que eso es lo que verdaderamente opera en la vida de un hombre y de una mujer que se casan. Claro que ambos tendrán sus responsabilidades, su forma, sus cosas particulares, su manera de ver el mundo y la vida porque los temperamentos son diferentes. Pero esta es la gran gracia que el sacramento del matrimonio opera en la vida de una pareja, él une dos realidades diferentes, une dos modos de vida diferentes, dos personas diferentes y hace que sean una sola realidad: la realidad de la familia, la realidad de una pareja.

Saben mis hermanos, hoy vivimos la “cultura de lo descartable”, de la permisividad en la cual todo lo que no funciona como queremos lo descartamos, lo botamos y comenzamos otro. Es tan normal para algunas personas casarse una vez, dos veces, cuatro, cinco veces. Como sea, no estamos para juzgar a nadie. Es verdad que muchas relaciones no funcionaron y por más que los dos lo intentaron,fracasó. Sin embargo, no podemos hacer de los errores y de los fracasos una regla. La regla es lo sagrado, el matrimonio como valor divino, como el amor de Dios.

Necesitamos por encima de todas las cosas, defender el valor del matrimonio y de la unión del hombre con la mujer. El divorcio es una plaga social y trae muchas consecuencias para criar a los hijos, para la formación de la familia según el plan de Dios, y es claro, para la propia unión del hombre y de la mujer. Entendemos las dificultades de cada uno pero no podemos nunca dejar de resaltar y exaltar lo que es sueño y designio de Dios para cada hombre y para cada mujer.

No pienses en casarte, ni te cases, si ves al matrimonio como una cosa descartable, no caigas en la perversa mentalidad del mundo moderno donde se pregona y se habla con tanta facilidad que todo lo que no funciona se puede deshacer y hacer de nuevo. Luchemos, demos valor al matrimonio, contribuyamos cada vez más para que la familia tenga ese valor sagrado. Que aquello que Dios, el hombre no busque separar. No hagamos del divorcio una regla, y luchemos para que el matrimonio sea cada vez más sagrado.

Padre Roger Araujo
Comunidad Canción Nueva

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