Buen día, Espíritu Santo!
Al despertar, lleno de aquello que has sembrado en mi descanso,
sólo sé que es poco lo que debo hacer,
sólo sé que es mucho lo que vas a hacer.
Otórgame la gracia de PERMANECER EN TI.
¡Sólo eso! ¡Permanecer!
para ser revestido,
para ser incendiado por Ti.
Dame el comprender los simples misterios del Amor
que de Ti brota,
que de Ti fluye.
Dame el estar expectante,
sereno y paciente,
el de quien aguarda la Salvación que se acerca,
la que llegó, pero aún espera.
Reaviva lo que aún vacilante se mueve,
lo que aún dubitativo se esconde
y crece!
¡Crece llenando cada espacio, cada rincón de mi ser!
Dime,
¿qué podemos hacer juntos hoy?
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