No. Nada de eso. Nuestra Señora no tiene esos atributos divinos, sino que ella y los santos están en comunión con Dios, entonces participan de esos dones divinos, aún sin tenerlos naturalmente. Participan de ellos por gracia. ¿Cómo? Es a través de Dios, con quien están en comunión plena, que ellos saben de nuestros pedidos. ¡Para el Señor nada es imposible!.
Otra cosa importante es saber que en la eternidad, no hay más tiempo como en la vida eterna. Aquí, todo depende del tiempo, pero en la eternidad no existe el tiempo. Es por eso que un teólogo, Karl Ranner, dijo que “Dios es un instante que no pasa”. Para El no hay pasado, presente ni futuro, como para nosotros. Para El todo es solo presente. El tiempo hace existir el pasado y el futuro, pero cuando no existe, solo hay presente.
Eso significa que en Dios, Nuestra Señora y los santos no necesitan de tiempo para atender a muchas personas que les piden ayuda. En la Tierra, si quieres atender por ejemplo a diez personas, con diez minutos para cada una, necesitarás cien minutos, pero en la eternidad, nada de eso es necesario, porque no existe el tiempo. Todos son atendidos en el mismo instante, algo que equivale a gastar en la Tierra, los cien minutos.
Aún en la Tierra el tiempo es relativo.Albert Einstein, premio Nobel de Física demostró con la “Teoría de la Relatividad”, que el tiempo de duración de un fenómeno y también el espacio que ocupa dependen de la velocidad del objeto observado. Por ejemplo, una regla de 20cm, parada, si se mide con una velocidad cercana a la de la luz (0,99 de la velocidad de la luz) tendrá su tamaño de solo 18,9 cm, o sea ocupará menos espacio. Einstein mostró también en la “Paradoja de los gemelos”, que si dos hermanos gemelos parten un viaje alrededor de la Tierra, uno con una velocidad normal, y otro con velocidad cercana a la luz (0.99 c), cuando ambos lleguen, el gemelo que viajó con velocidad cercana a la luz, llegará con menos edad que su hermano que es más jóven.
Ahora, si el tiempo es algo relativo ya en esta vida, en la otra será completamente diferente de nuestra realidad. Eso explica un poco cómo los santos y la Virgen María pueden atender a los pedidos de todos, sin la dificultad del tiempo y del espacio y sin necesitar los atributos de Dios. Quien llegue ahi, verá.
Profesor Felipe Aquino
Master y Doctor en Ingeniería Mecánica. Recibió el título de Caballero de la Orden de San Gregorio Magno por el Papa Benedicto XVI, es autor de varios libros y presentador de programas de televisión y radio de la comunidad Canción Nueva
Master y Doctor en Ingeniería Mecánica. Recibió el título de Caballero de la Orden de San Gregorio Magno por el Papa Benedicto XVI, es autor de varios libros y presentador de programas de televisión y radio de la comunidad Canción Nueva
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