lunes, 23 de marzo de 2015

Buen día, Espíritu Santo!

¡Buen día, Espíritu Santo!
Desde temprano clamo a viva voz:
¡Ven a visitarme!, ¡Lléname!
Dame la gracia de poner empeño para edificar éste día,
edificarlo con Tu gracia,
poniendo todo de mi
sabiendo que todo depende de Ti.
Dame el escuchar Tu Voz internalizada en mi;
dame el descubrir aquello a lo que soy llamado.
Mueve mis afectos para que aprenda a moverme de corazón,
así sabre que voy por el sendero,
buscando siempre y sólo, las cosas de "Lo Alto".
Aunque el día sea duro, aunque tinieblas surjan,
no habrá motivos para temer,
porque Tu Voz estará llamándome de continuo,
Tu Voz estará conduciéndome a la meta.
¡Amén!


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