¿Cuántas veces has sido resistente y te has opuesto a la voluntad de Dios?
La raíz del pecado es la rebeldía y la desobediencia, que fueron implantadas en nosotros por el veneno de la serpiente.
Jesús sabía que para quitar de nosotros el veneno de la rebeldía era necesaria la obediencia. Y aún siendo el Hijo de Dios, sin pecado, fue hasta el rio Jordán para recibir al Padre y mostrar Su Doctrina, creando enemistad con los poderosos del pueblo. Esto lo llevaría a la muerte de cruz, y Él estaba dispuesto y determinado a obedecer hasta las ultimas consecuencias.
Existen muchas personas, en nuestras casas o cerca de nosotros, que continúan en la rebeldía, y solo van salir de ella cuando reciban, del Espíritu Santo, la gracia que nosotros recibimos. San Tomas de Aquino dijo que quien le dio fuerzas a Jesús para ir a la cruz fue el Espíritu Santo.
Y es así que el Señor quiere que hagamos.
¡Como Él, necesitamos ser dóciles, obedientes y llenos de Espíritu!
Vamos a pedir:
“¡Ven Espíritu Santo!”. En el bautismo, el Señor nos da la conversión, pero necesitamos que nos purifiquemos.
Tu hermano,
Monseñor Jonas Abib
Fundador de la Comunidad Canción Nueva
Monseñor Jonas Abib
Fundador de la Comunidad Canción Nueva
gracias
ResponderEliminar