Señor, al comenzar la semana,
ponemos ante Ti nuestra gran Familia Piedras Vivas.
En tu Abierto Corazón depositamos las preocupaciones,
dolores y angustias que ocupan cada espacio del corazón y la mente.
En Tus Llagas preciosas sumergimos nuestros enfermos y dolientes,
En Tus entrañas de misericordia aquellos que no tienen consuelo;
En los brazos de Tu Madre cuantos han perdido la alegría de saberse hijos amados;
Restaura el amor herido,
la confianza quebrada,
las esperanza lacerada,
la alegría ensombrecida y
haz de nosotros, de cada uno de nosotros,
testigos de Tu Amor que no pasa.
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