martes, 19 de mayo de 2015

Los peligros del ministerio de liberación - Parte 2


"No será con el poder ni con la fuerza, será con mi Espíritu"
Zacarías 4,6


Algunas veces observé personas que rezaban por sanación y liberación, y lo más llamativo es que en el momento de la oración Dios estaba sometido a la oración de estas personas, parecía como si Dios debiese obedecer sus súplicas... Por la forma en que oraban, como suplicaban; se asemejaba a generales dando órdenes a sus súbditos... Creo que olvidaron que estaban hablando con Dios.

Y cuando estas personas oraban por liberación entonces, ahí ni que hablar, eran los coroneles, aquellos a los cuales el demonio debía someterse, pues clamaban y ordenaban que el fuego del cielo cesase...
Siempre quedé muy cuestionado con tales oraciones, con algunas maneras de pedir algo a Dios, como si Dios realmente por la fuerza de las palabras de estas personas deberían atenderlas, o como si por la repetición de las palabras ellas tocasen y conmoviesen el corazón de Dios!

Pero nada como el tiempo y la experiencia para mostrarnos y enseñarnos los verdaderos caminos de la oración...
Y es aquí que realmente quiero pasar un poco de lo que Dios me permitió ver y, gracias a Él, continuo viendo y aprendiendo con mi ministerio.

Mi mejor ejemplo de hombre de oración es sin duda alguna mi padre fundador, el padre Jonas Abib. Mi Dios, como es bueno poder mirar a éste hombre orando! Como es de bueno aprender con él, y solamente al mirarlo conseguir entender quien de hecho es Dios!

El padre Jonas en todos estos años en que convivo con él nunca se mostró "exagerado" en su modo de rezar, no es de expresarse con gritos o modos exagerados, no, el padre Jonas siempre prefirió la serenidad, y la oración que va creciendo sí en fuerza, pero también en armonía... Rezar en el poder del Espíritu Santo para el padre Jonas, nada tiene que ver con muchos gestos y muchas palabras, sino que tiene que ver con intimidad y escucha.... 

Aprendí también con otro hombre de Dios, el padre Rufus Pereira, que su vida dedicada a las personas y su amor a ellas, demostraban los frutos de su ministerio! Hombre del Espíritu, hombre lleno de la fuerza de Dios, un hombre profundamente silencioso y discreto en su manera de rezar. Lo increíble es pensar que el padre Rufus vivía lidiando con personas atormentadas por el demonio, personas poseídas por el demonio, y que la mayoría de las veces él se encontraba en medio de gritos y barullos... pero él continuaba sereno, en paz, porque realmente entendió el camino de la oración...

Y como no habla del padre Fortea, con el cual tuve y tengo la gracia de acompañar y estar siempre en contacto con él! Su humildad en su modo de rezar, su dedicación y fidelidad a la vida de oración me impresionan! Un hombre que acompañó por mas de 5 años uno de los casos de posesión más graves de España, que atiende y atendió tantos otros casos de reales posesiones diabólicas; y con el cual, un día en la capilla cuando estábamos rezando con él por una joven aquí, en Canción Nueva, yo le vi rezando así: "Señor, Jesús toma en cuenta a ésta hija Tuya pues ella está sufriendo, yo no sé lo que necesita ser hecho, pero sé que Tu Señor puedes liberarla, cuida de ella Jesús!

¡Mi Dios, cuánta humildad!
Un hombre que hizo maestría, tiene doctorado, sumamente culto, y pedía a Jesús que ayudase a aquella joven porque él mismo no sabía qué hacer...

Necesitamos aprender éste camino de oración en nuestro ministerio de sanación y liberación! Necesitamos aprender que nosotros no sabemos absolutamente nada cuando oramos, a no ser pedir a Dios con humildad por estas personas que sufren.
Necesitamos aprender con estos hombres de Dios que por detrás del ministerio de cada uno de ellos existen horas de capilla, horas de dedicación a la Palabra de Dios y a la escucha de la voluntad de Dios!
Ningún ministerio será eficaz si por detrás de él no hay tiempo dedicado de manera personal a Dios, tiempo dedicado exclusivamente a Dios!
Lo propio el Papa Francisco no enseñó días atrás:
"Todo parte siempre de la oración, porque sin ella se vuelve vacía nuestra acción y sin alma nuestro anuncio"

Por lo tanto mis hermanos, cuidemos de estar bien atentos a la manera de como hemos rezado por el pueblo que nos busca!
Tengamos cuidado de no querer controlar la acción de Dios en la vida de las personas por las que rezamos. No somos nosotros, no son nuestras palabras; pero siempre en todo el proceso de sanación y liberación de una persona está la voluntad y el tiempo de Dios!
Debemos esperar siempre el tiempo de Dios!

Y una última cosa: no estoy sugiriendo que cambies tu manera de orar, sino que estoy solamente dándote un alerta que la eficacia en el ministerio nada tiene que ver con gestos externos, menos todavía por tonalidad de voz y repetición de muchas palabras; la eficacia en el ministerio siempre será fruto de tu tiempo ofrecido a Dios para encontrarlo por medio de la oración personal!

Dios te Bendiga!
Cuento con tus oraciones por mi!,
rezo también por tus intenciones...

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