¿Qué significa eso de manera concreta?
Significa que todo pecado antes de concretizarse tiene un camino a seguir dentro de nosotros, tiene un curso a ser hecho en nuestro interior! Puedo decir que casi todos los pecados, sino todos, tiene un trayecto a ser recorrido antes de materializarse y pasar de la tentación a pecado!
Entonces ya comenzamos con eso a entender que existe una clara distinción de PECADO y de TENTACIÓN!
La tentación que no fue concebida no se vuelve pecado en nosotros! Por el contrario, ella puede hasta servirnos para aumentar los méritos delante de Nuestro Señor y fortalecernos...
Pero la tentación concebida es sinónimo de PECADO!
Es aquí que quiero ayudarte a entender lo que sucede en nosotros con relación a este camino que la tentación recorre.
Si antes afirmé que todo pecado es precedido de una tentación, nuestros esfuerzos necesitan estar vueltos a la observación de nosotros mismos, de nuestros hábitos, conversaciones, amistades y hasta de lugares que nos incentivan a concretizar el pecado en nosotros!
Es necesario estar muy atentos con aquello que precede al pecado en nosotros:
Algunas veces podremos notar que cuando iniciamos una determinada conversación con un tenor de malicia, luego eso hará que un cierto tipo de pecado nos toque!
Puede ser también que observes cuando encuentras a una determinada persona, que esa amistad caiga en un determinado pecado, aún cuando la persona sea buena y que sean amigos, pero siempre este encuentro termina en la concreción de un determinado pecado.
Otras veces notaremos que aunque tengamos buenas intenciones, cuando vamos a un determinado lugar, este lugar hará que pequemos si allí permanecemos... Y así podría exponer otras situaciones que ciertamente notarás que tienen una tentación precediendo el pecado en nosotros!
Cuántos jóvenes me han escrito con problemas en su sexualidad porque están viciados con pornografía. Pero ellos entiende, o están entendiendo, que este pecado de la pornografía no aparece de manera directa. Primero ellos siente algún tipo de deseo, por ejemplo, deseo de entrar en internet. Luego perciben que en su interior ya existe una inclinación a acceder a un sitio pornográfico y al instante en que ellos toman la determinación de prender la computadora, ellos comenten uno de los mayores errores, ellos comienzas a DIALOGAR CON LA TENTACIÓN!
Comienzan a negociar con ella, comienzan a valorar los pro y los contra de aquel momento de prender la "PC".
Llegan a lanzar disculpas muy significativas y hasta nobles para prender la computadora, pero bien en el fondo existe una tentación que está recorriendo un camino para llevarlos hasta el pecado!
Ésta persona acaba prendiendo la computadora, accede en el inicio a sitios hasta cristianos, con buenos contenidos, accede a sus correos, y va navegado, intentando probarse a sí mismo que él tenía razón en prender la computadora y quiere autoconvencerse que sabía que no caería en el pecado de la pornografía.
Pero de repente surge un pensamiento de cuño sexual, y él hasta resiste en un primer momento contra este pensamiento y continua con la computadora encendida... Sucede que más pensamientos comienzan a surgir y ella piensa: "solo voy a acceder a tal página rapidito para ver eso..." Y accede a una página que "no es tan pornográfica..."
Lo que acontece es que, su mente va perdiendo cada vez más fuerza de lo que es realmente correcto, para aquello que es momentáneamente bueno... va perdiendo fuerza, perdiendo fuerza... Y como ahora la computadora ya está prendida y él está a un click de lo que realmente le llenará de placer, el accede así a un página pornográfica.
Después de acceder a la pagina accede a otra, y otra más, y ya está envuelto en pornografía, llegando a estar horas enteras en ese tipo de contenidos.
Lo que era en el inicio una tentación se volvió ahora un pecado con todo lo trae como consecuencias. Unos caen en la masturbación, otros en el adulterio, otros en la prostitución y así...
Pero, de verdad, ¿dónde comenzó todo?
Comenzó en aquel "pequeño deseo" de acceder a internet, y luego surgió el deseo, y el joven detectó que era una posible tentación, pero lo que él notó fue que, cuando la tentación fue descubierta, ella, -la tentación, tomo otro camino dentro de él. Hizo otro trayecto, cambió de planes... Colocó deseos nobles en su corazón para continuar prendido a internet. Y fue ahí que el joven cometió otro gran error:
¡Dialogó con la tentación, negoció con ella, quiso pesar pro y contras, y fue así enflaqueciendo su discernimiento y la tentación fue ganando terreno y cumpliendo su trayecto, hasta que él cometió el pecado en sí!
¿Puedes percibir el camino que la tentación hizo con ese joven hasta concebir el pecado?
Lo mismo sucede con todos los pecados!
Unos son percibidos rápidamente, otros son más difíciles de ser notados. Por eso es que es muy importante que nos observemos, que estemos atentos con aquello que son nuestras motivaciones para hacer cualquier cosa, porque detrás de ellas infelizmente puede hasta haber una tentación camuflada!
Y existe otro error que no podemos cometer jamas: No dialoguemos con la tentación!
Y existe otro error que no podemos cometer jamas: No dialoguemos con la tentación!
No entremos en disputa con ella de brazos caídos, no pensemos lo que será bueno o malo delante de determinada situación! Al percibir la tentación y repelerla, al expulsarla de nuestro interior, no dialoguemos con ella, pues una vez iniciado este diálogo necesitaremos de una fuerza redoblada para vencerla!
Así podría hablar del pecado relacionado con el alcohol, las drogas, las peleas, el odio y etc...
Por eso en ese camino de discernimiento es importante que tengamos esta clara necesidad de observarnos, de percibir lo que nos impulsa, lo que nos mueve... Así también podremos aprender qué camino y estrategia utiliza la tentación para amarrarnos y prendernos!
Espero que te haya quedado claro esta cuestión de que todo pecado es precedido de una tentación! Y que la tentación tiene sus medios de trazar rutas, cambiar trayectos, rehacer sus planes para hacernos caer en el pecado y apartarnos de Dios!
Cuéntame como fue tu experiencia delante de éste texto.
Dios te Bendiga!
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