Podemos incluso pensar que si el Hijo de Dios hubiera venido con toda Su gloria y Su poder, el mundo se convertiría más fácilmente. Pero no fue eso lo que Dios quiso, Jesús vino a nosotros como Hombre.
Necesitamos que haya profetas en el campo, en las personas que trabajan, que salen por la mañana, toman autobuses llenos y vuelven a casa cansados. Personas que tengan el mismo lenguaje de este pueblo sufrido, que pasa por las mismas situaciones y por los mismos problemas; profetas en medio de los estudiantes, entre los profesores, en los deportes, en la aérea de la salud. Son médicos, enfermeros, psicólogos, dentistas que llevan la evangelización a sus pacientes. En todos los medios deben existir profetas. fuente Portal Canción Nueva en español.
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