Padre Rico en Misericordia,
Quebrada ya la noche por el día,
Invocamos Tu Santo Nombre sobre nosotros,
sobre los nuestros y lo nuestro.
Tu Nombre, encumbrado sobre todas las cosas,
Tu Nombre Santo,
Tu Nombre Poderoso.
Derrama Espíritu Santo en nuestros corazones y mentes;
Derrama una lluvia abundante de Misericordia
Y dale cumplimiento a tus promesas!
Habla y manifiéstate en nuestros jóvenes y ancianos.
Como en un nuevo Pentecostes,
Realiza signos y prodigios y, abiertos los ojos y los corazones,
Muchos te reconozcan como Dios y Señor.
Aumenta el número de tus elegidos,
Y haz crecer el coro de alabanzas que te mereces,
Rey y Señor nuestro.
A Ti la Gloria por siempre. ¡Amén!
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