¡Buen día, Espíritu Santo!
Aunque naturaleza siguiendo sus ritmos se empeñe en teñir de grises los días, en pintar de otoño todo alrededor
Aquí estoy de pie, abriéndote mi corazón y mis labios para decir: ¡Ven! ¡Ven y fluye!
Enséñame el camino que he de seguir;
Dame el buscar siempre el Bien;
El contemplar Tu Gloria y Tu Poder
manifestado en lo pequeño,
hecho fuerza en lo débil;
Abre mis ojos a Tus Bendiciones,
a Tu Paso firme, suave y santificador.
¡y modela a lo largo de este día,
amasa y modela la arcilla blanda de mi vida!
Dime,
¿qué podemos hacer juntos hoy?
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