sábado, 19 de noviembre de 2016

LITURGIA VIVA al despertar 19112016

“Dios es el Dios de los vivos”, dice Jesús. Llama de nuevo a la vida a los que murieron; la muerte es vencida, ya que Cristo resucitó de entre los muertos. Los testigos de la Primera Lectura son asesinados por los poderosos de este mundo porque se oponen al abuso de poder, pero Dios los resucita a una nueva vida. La resurrección es el centro y corazón de nuestra fe, no solamente como prenda y promesa para seguir viviendo después de la muerte en la alegría de Dios, sino ya ahora como un poder que nos impulsa a ayudarnos mutuamente unos otros a realizarnos en la dignidad humana, en la justicia, en la paz y en el amor servicial. No podemos morir para siempre, porque Dios no puede dejar de amarnos.


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