"El ser humano es una unidad biopsicoespiritual, cada una de las dimensiones de la persona esta interconectada, influyendo en la otra, lo primero que vemos es lo externo, nuestro cuerpo, con el cual nos reconocemos a nosotros mismos y nos permite relacionarnos con los demás y con nuestro entorno, pero más profundo que esto es nuestra dimensión psicológica, donde se encuentran nuestras emociones, pensamientos, nuestra aproximación a la realidad. Y más profunda todavía está nuestra dimensión espiritual, el lugar donde esta nuestra mismidad, lo que hace que seamos quienes somos, donde se establece la relación con Dios, es aquí donde experimentamos nuestro anhelo de trascendencia y de encuentro con Dios. Cuando una está mal, las otras dos también se ven afectadas. Siendo las tres dimensiones muy importantes, la espiritual tiene una supremacía sobre las demás, pues el área donde nos relacionamos con el Señor y por ende encontramos la verdad acerca de quiénes somos en realidad, al saber quiénes somos desde la verdad, lo psicológico va a estar fundamentado desde lo esencial y no desde lo que creemos ser o lo que buscamos ser para ganar la aprobación de los demás. Estar en paz espiritualmente es la garantía para una verdadera salud mental, pero al mismo tiempo trabajar en el propio conocimiento personal de nuestros pensamientos, sentimientos, nos ayudará a tomar cada día más conciencia. Las tres dimensiones interactúan entre sí, lo cual significa que debemos fortalecerlas para poder lograr el equilibrio que tanto deseamos."
Autor: Victoria Vásquez en Asociación Católica de Psicología
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