“Líbranos del Maligno”

EL DEMONIO EXISTE

“Líbranos del Maligno”

“No te pido que me saques del mundo,

sino que los preserves del maligno”

Jn 17,15

Me gusta mucho este versículo del Evangelio de Juan citado arriba; primero, porque hace parte de uno de los más lindos capítulos de la Biblia, en mi opinión. Es un momento profundo de oración y de intimidad, en que Jesús se abre enteramente al Padre rogando por cada uno de nosotros. Es sensible y casi palpable el amor que Jesús derrama en Sus palabras en ese momento.

Si la Cruz fue el extremo del amor que nuestros ojos pudieron contemplar de parte de Dios, creo que lo que hay de mas lindo y profundo en las Palabras de Jesús durante Su vida, fue esa oración. Ella marca el momento de Jesús con el Padre.

La misma oración que Él hizo delante de los apóstoles al Padre, todavía resuena en el corazón del Padre por cada uno de nosotros. Esta continua siendo la oración de Jesús al Padre, por mi y por ti!

En medio de tan lindo gesto de amor de Jesús, surge un pedido muy importante al Padre:

“No te pido que los saques del mundo, sino que los preserves del Maligno” Juan 17,15

Este pedido se vuelve un versículo llave cuando tratamos los asuntos relacionados al Demonio y a su existencia.

Primero, porque si la existencia del demonio no fuese algo tan importante al modo de ver de Jesús, Él no rezaría al Padre para que el Padre nos librase del Maligno- pero Jesús sabía de la importancia de las acciones del Demonio, y por eso rezó al Padre para que seamos guardados, mostrándonos, así, la relevancia del asunto.

Este versículo se vuelve además una llave para responder a las diversas personas que afirman que el Demonio no existe. Al final, ¿si el no existiese, estaría Jesús mintiendo? ¿Cuál sería el fundamento de Jesús para rezar al Padre sobre una realidad que no existe?

Es obvio que Jesús muestra, con este pedido, que la dimensión del Combate Espiritual con las fuerzas diabólicas no podría ser olvidado. Y, si precisamos ser guardados por el Padre, es porque corremos algún tipo de riesgo; si necesitamos ser guardados, no conviene que quedemos expuestos al Mal.