San Juan I, papa y mártir
San Juan I fue un Papa de la Iglesia Católica en el siglo VI que defendió la doctrina de la fe y rechazó las herejías con admirable decisión hasta la muerte, especialmente la del arrianismo (que negaba la divinidad de Cristo). Poco se sabe de su vida antes de que fuera elegido Papa, excepto que nació en la región italiana de Toscana y que su padre fue Constancio.
En el año 523, el emperador Justino I, del Imperio Bizantino, emitió un edicto contra los seguidores del arrianismo. Pero Teodorico, rey de los godos (en la actual Italia), que era cristiano pero de la secta de los arrianos, le pidió al Papa San Juan I que fuera a entrevistarse con el Emperador Justino en Constantinopla (la actual ciudad de Estambul), para que derogara el decreto de persecución contra los arrianos.
El Papa Juan I fue efectivamente a Constantinopla y se convirtió en el primer pontífice conocido que viajó a esa ciudad. Allí fue muy bien recibido, pues toda la población salió a las calles de la ciudad a saludarlo.
Pero el Papa sabía que, como pastor supremo de la cristiandad occidental, no debía defender ni aceptar ninguna herejía y mucho menos afirmar, como se lo había propuesto el rey Teodorico, que los arrianos que se hubieran convertido a la fe cristiana auténtica pudieran volver a profesar esa herejía.
Lo único que realmente hizo el Papa Juan en sus conversaciones con el emperador Justino fue abogar para que éste le diera a los arrianos y otros herejes un trato menos violento.
Aunque el clero y el propio Papa consideraron que su viaje a Constantinopla había sido un éxito, el rey Teodorico vio las cosas de una manera diferente. El edicto contra el arrianismo no había sido retirado y poco habían cambiado las normas contra los seguidores del arrianismo. Teodorico, enfurecido, ordenó arrestar al Papa Juan y lo mandó encarcelar.
Tras un largo encierro y desgastado por sus padecimientos, el Papa Juan I murió en prisión y se cree que fue por falta de alimento. Su cuerpo fue posteriormente trasladado a la basílica vaticana en Roma. San Juan I es honrado como mártir de la Iglesia Católica y venerado como abogado de quienes están encarcelados a causa de la fe.
“Señor Dios nuestro, que premias a las almas fieles y que has consagrado este día con el martirio del Papa San Juan I, escucha las oraciones de tu pueblo y concédenos imitar la constancia que él demostró hasta el martirio.”
Hechos 25, 13-21
Salmo 103(102), 1-2. 11-12. 19-20
Fuente Devocionario Católico La Palabra con nosotros
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