viernes, 17 de agosto de 2018

YA NO SON DOS, SINO UNA SOLA CARNE

«Ya no son dos, sino una sola carne»

Señor, Dios nuestro, 
creador del universo y de todo lo que vive, 
tú has hecho al hombre y a la mujer a tu semejanza (Gn 1,27), 
y para asociarlos a tu obra de amor, 
les has dado un corazón capaz de amar. 
     Tú has querido que hoy, en esta iglesia, 
N. y N. unan sus vidas.
     Tú quieres que ahora construyan su propio hogar, 
que busquen amarse cada día más 
siguiendo el ejemplo de Cristo 
que amó a los hombres hasta morir en una cruz.
     Bendice, protege y fortifica el amor de estos nuevos esposos: 
que su amor mutuo sostenga su fidelidad;  
les haga felices y les haga descubrir en Cristo 
el gozo del don total a quien se ama.
     Que su amor, semejante a tu amor, Señor, 
sea para ellos una fuente de vida; 
que les mantenga atentos a las necesidades de sus hermanos, 
y que su hogar esté abierto a los otros.
     Que apoyando su amor en el amor de Cristo 
tomen parte activa en la construcción de un mundo más justo y fraterno
y así sean fieles a su vocación de hombres y de cristianos.
Amén.

Misal Romano
Ritual del matrimonio: Bendición 5ª

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