“Querido amigo, ser el amado es el origen y la plenitud de la vida del Espíritu. Digo esto porque, en cuanto vemos un pequeño destello de esta verdad, nos ponemos en camino, a la búsqueda de la plenitud de esa verdad, y no nos detenemos hasta encontrarla y reposar en ella. Desde el momento en que intentamos encontrar la verdad de ser el amado, nos enfrentamos a la llamada de convertirnos en lo que realmente somos. Convertirnos en amados es el gran viaje espiritual que tenemos que hacer. Las palabras de san Agustín: «Dios mío, mi alma está turbada hasta que descanse en ti», expresan perfectamente el significado de este viaje. Sé que el hecho de buscar constantemente a Dios, de luchar sin cesar para descubrir la plenitud del amor, de ansiar siempre la posesión de la verdad completa, es un indicio de que ya se me ha permitido un cierto gusto de Dios, del amor y de la verdad. Sólo tengo que seguir buscando algo que ya, hasta cierto punto, he encontrado. ¿Cómo puedo buscar la belleza y la verdad sin tener algún conocimiento de ellas en el fondo de mi corazón? Parece que todos los seres humanos guardamos muy profundamente en nosotros la memoria del paraíso perdido”.
Henri Nouwen
(Tú eres mi amado)
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