LAS RUPTURAS, LOS ROMPIMIENTOS Y LOS REPAROS DE LA VIDA
Sólo rompemos con algo porque la forma como las cosas están siendo conducidas no son correctas, y nuestra estructura humana solo consigue relativizar las cosas hasta determinado punto.
Decepciones y tristezas generan rupturas dentro de nosotros. Pequeños quebrantamientos son tratados con más facilidad: basta tiempo y voluntad de querer cicatrizar la herida, y el mal hecho será reparado. De acuerdo con el grado del error y la sensibilidad del corazón de cada persona, algunas penas pueden hasta ser perdonadas y fácilmente olvidadas.
Mientras tanto, cuando algo se rompe dentro de nosotros, es un error querer volver a lo que era antes o simplemente ignorar lo que aconteció. Solo rompemos con algo cuando la forma como las cosas están siendo conducidas no son correctas, y llegamos a nuestro límite. De hecho, aunque cada uno reaccione de una manera diferente a un acontecimiento, recuerda siempre que no podemos generalizar y esperar que todas las personas lidien de la misma manera con determinadas situaciones -la estructura humana solo consigue relativizar las cosas hasta determinado punto. Cuando tocamos ese punto, el rompimiento se vuelve una realidad.
Por otro lado, no podemos, con inmadurez, querer desistir de cualquier cosa por causa de las dificultades o de los desengaños que sufrimos. Todo rompimiento debe acontecer primero en nuestro interior. Y aquí, rompimiento quiere decir disposición de reverse, soltar la mano a las elecciones erradas y a las opciones incoherentes que nosotros mismos hicimos.
Nunca culpes a otros por las elecciones que has hecho. Ser adulto significa, antes que nada, tener capacidad de hacer elecciones. Nadie puede escoger por ti. Romper con las incoherencias y admitir que reflexionamos poco cuando hicimos nuestras elecciones son señales de madurez que nos posibilitan tener más éxito en las próximas elecciones.
Cuando eres capaz de repensar tus propios errores y percibir donde podrías haber sido menos ingenuo en tus decisiones, las rupturas dejan de ser simples rupturas y se vuelven oportunidades que te das a ti mismo para recomenzar. Muchas de nuestras relaciones están estúpidamente corrompidas y corroídas porque fueron mal manejadas. Antes que ellas se rompan totalmente, permite que las pequeñas rupturas ya existentes, ignoradas, sean revisadas y redireccionadas.
Creo en la fuerza del perdón y del recomenzar en cualquier esfera de las relaciones humanas. Solo no insistas en las mismas fórmulas, en los mismos errores: es preferible una relación renovada, aunque sea por el dolor, más que por el insistir en la vieja herida que nunca cicatriza.
Romper con las incoherencias es una señal de madurez que posibilita tener más éxito en las elecciones que precisamos hacer cada día.
P. Roger Araujo
Repensando la vida. Reflexiones simples como simple debe ser la vida.
Pag. 29 - Editora Canção Nova
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