VALORIZA LAS LECCIONES DE LA VIDA
No te comportes como un conocedor de todas las cosas, sino cultiva la humildad y la sabiduría de quien quiere aprender hasta de los propios errores.
Vale la pena reconocer el bien, la virtud y todas las lecciones que aprendemos con los otros. La vida es una gran escuela en la cual se nos enseña, en todas las situaciones, a vivir bien. Procura ser siempre sensato, humilde y honesto al valorizar el lado bueno que todas las personas tienen, inclusive vos mismo. No seas tan ciego, crítico, agrio y orgulloso al punto de no reconocer los valores, virtudes y méritos que los otros pueden tener. Cuando solo veo defectos y problemas en la vida de los que me rodean, el problema puede no estar en el otro, sino en mi mismo. Eso es un indicativo de que estoy herido, trastornado y equivocado con relación a lo que digo respecto a la vida y a las personas.
Si, por otro lado, no somos personas así, debemos saber que no hace bien convivir y conversar con quien gusta hablar mal de los otros y solo sabe criticar todo y a todos. Nosotros nos volvemos peores cuando alimentamos este tipo de convivencia. Por lo tanto, procura ser sabio y sensato cuando alguien tiene algo de bueno para enseñarte -sea con ejemplos, con los sufrimientos o con la capacidad de superar las dificultades-, a ti mismo debes decirte: “Estoy aprendiendo como debo ser”. Cuando por el contrario, lo que ves en el otro no te edifica, cuando tienes malos ejemplos o cuando alguien te decepciona, entonces debes decirte a ti mismo: “Estoy aprendiendo lo que no debo ser”.
No te sientas mejor que nadie por no haber cometido determinados errores. Recuérdate que la humildad nos hace más sensatos y nos lleva a reflexionar sobre la propia vida, principalmente cuando nos enfrentamos con los errores y los límites del prójimo. Cuando veo a otra persona errar, en vez de juzgarla, debo colocar mis “barbas en remojo” y repensar por donde estoy caminando y qué rumbo estoy dando a mi vida.
En la escuela de la vida estamos siempre aprendiendo con los otros, sea con los buenos ejemplos -lecciones que me ayudan a crecer-, sea con conductas y posturas que no valen la pena adoptar en nuestra propia vida.
P. Roger Araujo
Repensando la vida. Reflexiones simples como simple debe ser la vida.
Pag. 43 - Editora Canção Nova
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