El conocimiento interno de Jesús es una gracia, que conduce al deseo de amarle y seguirle. Anhelas y vibras con Él y su misión y tu vida empieza a girar en torno a un solo eje, la persona de Jesús. Ya nada será lo mismo, “nada ha cambiado, excepto mi actitud, por eso, todo ha cambiado” (P. Ignacio Huarte). ¿Quién es Jesús para ti? ¿Qué lugar ocupa la misión de Jesús en tu vida? Repite al ritmo de tu respiración: “Señor, contigo a cualquier lugar, sin ti a ningún lugar”.
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