El agua del bautismo nos sana y nos da la vida verdadera
Sacad agua de la fuente del Salvador, porque ella está abierta para vosotros (cf Is 12,3).Venid, todos los sedientos (Is 51,1) a por agua, recibid el agua que apaga la sed.
Descansad en la fuente del Señor, fuente pura y transparente; ella apacigua vuestras almas.
Sus aguas son dulces más que la miel, no le iguala el néctar de las abejas, brota de la boca del Señor, del corazón del Señor (cf Jn 7,38).Se derrama, eterna e invisible. Antes de manifestarse, nadie la había visto.¡Dichosos los que bebieron en esta fuente y han apagado su sed!
Odas de Salomón (texto cristiano hebraico de principio del siglo II)
No hay comentarios:
Publicar un comentario