domingo, 5 de enero de 2020

TRES HÁBITOS DE UN MATRIMONIO CRISTIANO ANTES DE ACOSTARSE

Parece ser simple, ¡pero no lo es!
¡No parece indispensable, pero es absolutamente indeclinable!

La vida de a dos está llena de eventos rodeados de una enorme simplicidad. Cuanto más la pareja desarrolle la capacidad de identificar cuáles son esos acontecimientos y darles el valor adecuado, más felices serán. La intimidad de una pareja en los momentos previos de ir a la cama, ya sea para un momento de intimidad, el acto sexual, o simplemente dormir, es una de las ocasiones en la vida de una pareja que puede ser muy bien cuidada o también puede ser extrañamente descuidada, y con grandes consecuencias al menos debido a su desprecio por las cosas obvias y que dan sabor a la vida en general. Aquí nacen los hábitos que se pueden cultivar, que se pueden identificar, porque ya son parte de la vida diaria de un matrimonio, y también, a partir de esta reflexión, pueden nacer nuevos hábitos para mejorar este momento tan simple y oculto, pero muy revelador de la forma en que la pareja valora el estar solos.

1. Ponerse al día. El hábito de ponerse al día antes de acostarse es muy creativo e inteligente. Es creativo porque, en esos momentos, el matrimonio puede sentirse mucho más cómodo diciendo lo que piensan y expresando sentimientos que no siempre son fáciles sobre lo que sucede en la vida cotidiana. Es inteligente porque durante el día, los tiempos no siempre son apropiados para abordar los problemas que necesariamente deben abordarse. Entonces, estos son momentos en los que la pareja puede, de manera sencilla y transparente, compartir lo que piensan y, aún más, alcanzar ese nivel de compartir que es tan importante para el crecimiento, que es cuando la pareja comienza a expresar cómo se siente. Por ejemplo, ira, alegría, tristeza, frustración, arrepentimiento... ¡sentimientos que no revelamos de cualquier manera!

Los matrimonios que cultivan este hábito comienzan a descubrir que hay un momento adecuado para todo, y que hay problemas que deben abordarse más tarde, solo entre los dos, en esa intimidad que es apropiada para la pareja. De esta manera, aprenden a dejar para después, para más tarde, sin el riesgo de no tocar más ese tema.

2. Decir yo te amo, que Dios te bendiga. ¡Lo que sugerimos anteriormente ya nos da espacio para avanzar en cosas aún más simples, pero que poseen una fuerza increíble! Es como si pudiéramos "presionar ese botón" para aromatizar los ambientes, aliviar el estrés de las emociones o mirar la vida de la manera correcta.

En otra oportunidad hemos explicado que el órgano sexual más importante es el oído. (Lea el artículo "¿Cuál es el órgano sexual más importante?") Hace mucho tiempo Eliana y yo estamos ejercitándonos en la escucha uno del otro, un punto crucial para saber cómo acoger la gracia de esta pertenencia de la persona que tanto deseamos pues, la verdad es que sabemos que vivimos en el corazón de alguien cuando éste alguien dice que me ama, me escucha y no necesita mucho más de eso.

Así que no tengas miedo de crear el hábito de decir; "Te amo, que Dios te bendiga" todas las noches. Con ganas, sin ánimo, con placer, solo decir ... es una forma comprensible de expresar lo que realmente importa, ¿no?

"Incluso no habiéndonos comportado como deberíamos, yo te amo, ¡que Dios te bendiga!"

"A pesar de que las cosas hayan salido de un modo completamente contrario a lo esperado o se encuentren fuera de control, te amo, ¡Dios te bendiga!

"Aunque te haya lastimado, te amo, Dios te bendiga, mi amor!"

3. Elige buenas conversaciones. Aquí, el sentido común debe entrar en juego. ¡Elegir los temas de una conversación entre esposo y esposa, en ciertas circunstancias es demasiado importante!

Lo más valioso en este punto es identificar aquellos asuntos que pueden estropear el ambiente y, a veces, toda una noche, o un momento de amor e intimidad, por ejemplo, y dejarlos para más tarde. ¡Pero sí para después! Esto está lejos de la idea de que no debemos hablar sobre lo que se debe hablar.

Lo mejor es no tener miedo de identificar esos asuntos y estar de acuerdo en que nos iremos a dejar para nunca mas hablar de las situaciones que realmente merecen atención, pero que tienen su lugar y momento. Será formidable si la pareja puede entender quién de los dos tiene la mayor habilidad, o incluso tiene la fuerza para decir que este no es el momento para esa cuestión o problema.

Recuerda que la vida de dos será más y más fuerte a medida que la pareja dedique tiempo y cuidado a lo que no es tan perceptible a los ojos pero que es esencial para el corazón.

Ricardo Sa
Adaptación del original en portugués

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