miércoles, 1 de enero de 2020

Un año de la Mano de María

María. . . guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón. (Lucas 2, 19)

¡Feliz 2020! ¡Y qué mejor manera de comenzar el año que honrando a nuestra Madre, la Santísima Virgen María!

Ella, la Madre de Dios, tuvo el privilegio de dar a luz al mundo a Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre. Junto con San José, también tuvo el honor y la delicada misión de educar al Niño Dios, cuyas dos naturalezas, divina y humana, estaban íntimamente unidas, pero sin eclipsar la una a la otra.

Pensemos en la importancia del cometido que tuvo María de educar a la Persona de Jesús y en la forma en que su ejemplo y su amor influyeron en el tipo de Mesías que él iba a ser. Su compasión le ayudó a enseñarle lo que significa ser compasivo y misericordioso; el testimonio de su fe le sirvió para confiar en que Dios tenía poder para realizar milagros. Su oración, “hágase en mí según tu palabra”, le enseñó a seguir la voluntad del Padre celestial. ¡Con razón la proclamamos bendita entre todas las mujeres!

En el Evangelio de hoy, San Lucas nos cuenta que lo más importante que María le enseñó a Jesús fue a reflexionar en oración acerca de las palabras y las obras de Dios. El Niño debe haber visto a su madre rezando miles de veces, tanto sola como con José. La devoción de ella ayudó a establecer un entorno piadoso y de devoción en su hogar mientras ella le enseñaba a su joven Hijo a presentarle cada dilema, cada alabanza y cada necesidad a su Padre celestial. Y naturalmente todo ese buen trabajo dio resultados extraordinarios. Los evangelios cuentan muchas ocasiones en que Jesús se hacía tiempo para hablar y escuchar a su Padre celestial en un lugar privado.

María es madre, pero no solo de Jesús. También es Madre de la Iglesia, es decir, ella es tu madre. Así que deja que ella haga por ti lo que hizo por Jesús: Que su ejemplo, su sabiduría y su intercesión te enseñen a meditar en la Palabra de Dios y cómo atesorar su amor. Deja que ella te enseñe a orar.
“Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros.”
Números 6, 22-27
Salmo 67 (66), 2-3. 5-6. 8
Gálatas 4, 4-7
fuente Devocionario Católico La Palabra con nosotros

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